Proyecto Educativo – Pastoral Salesiano
1 - EL PROYECTO EDUCATIVO-PASTORAL SALESIANO (PEPS)
La misión de Don Bosco perdura en el tiempo y continúa en el Juan XXIII a través de una Comunidad Educativo – Pastoral (CEP) que lleva adelante el PEPS y coloca al joven como centro de sus acciones. Su acción educativa se orienta según el Sistema Preventivo, síntesis de la experiencia espiritual, la propuesta pastoral y la pedagogía que vivió Don Bosco. Así, las relaciones humanas apuestan a consolidar la pertenencia a la misión compartida y se impregnan de un espíritu de familia.
2 - CARACTERÍSTICAS DE UN PROYECTO EDUCATIVO-PASTORAL SALESIANO
El PEPS ayuda a que la acción educativo-pastoral sea orgánica: las diversas actividades o intervenciones convergen hacia una misma y única finalidad: la formación integral de los jóvenes y de su mundo.
El centro es la persona del joven. Vista siempre holísticamente, es decir, en la totalidad de sus dimensiones (corporalidad, inteligencia, sentimientos, voluntad), de sus relaciones (consigo mismo, con los otros, con el mundo y con Dios) y en la doble perspectiva personal y social (promoción colectiva, compromiso por la transformación de la sociedad). Y también en la unidad de su dinamismo existencial de crecimiento humano hasta el encuentro con la persona de Jesucristo, el hombre perfecto, descubriendo en Él el sentido supremo de la propia vida.
El PEPS, antes que un texto, es un proceso personal y comunitario de implicación, de clarificación y de identificación que tiende a generar en la Comunidad Educativo-Pastoral (CEP) una confluencia operativa en torno a criterios y líneas de acción comunes, evitando así la dispersión y haciendo posible la unidad de la tarea educativa.
El estilo salesiano de educar en consonancia con la filosofía educativa de Don Bosco, contempla diversos aspectos que fueron recogidos en lo que el mismo Don Bosco llamó sistema preventivo: es la síntesis de la vivencia espiritual y educativa del amor gratuito de Dios que previene, acompaña y salva; es la bondad hecha sistema que se traduce en un ejercicio constante de caridad sin límites que hace del educador salesiano un signo y un testigo del amor de Cristo Buen Pastor. Es el arte de estar siempre con los jóvenes, amarlos y conocerlos personalmente; arte del corazón de quien sabe hacerse amar. “Este sistema se basa plenamente en la razón, en la religión y en el amor” ( DON BOSCO, El Sistema Preventivo en la educación de la juventud (1877).
En este sistema es fundamental la creación de un ambiente educativo, donde cada uno pueda sentirse “en casa”, donde las relaciones sean personalizadas, donde la economía, llevada con transparencia, permita el sostenimiento de la propuesta educativa. Toda obra salesiana tiene el corazón puesto en los jóvenes más pobres. También nuestra casa desde su ser un centro preuniversitario y universitario tiene la mirada puesta en ellos.
3 - El Instituto Preuniversitario Juan XXIII
El Instituto Juan XXIII, a través del transcurso del tiempo, ha intentando proponer una experiencia educativa que apuesta por la formación de jóvenes comprometidos con la etapa histórica del país en que viven. Lo hace como presencia de Iglesia en Montevideo, formando parte de quienes, habiendo encontrado en Jesús el sentido de sus vidas, lo anuncian con la fuerza del Evangelio. A él llegan actualmente unos 820 alumnos, de unos 85 liceos distintos, para realizar estudios en todas las orientaciones y opciones de Bachillerato Diversificado.
Se caracteriza por un ambiente educativo que conjuga profundización académica, cordialidad y personalización de los vínculos, traduciendo su intencionalidad educativa en su objetivo general: Promover integralmente, según los valores del Evangelio, con el corazón de Don Bosco, a los futuros profesionales para que sean agentes de cambio en la sociedad.
Además, el Instituto Juan XXIII constituye un sector de la Presencia Salesiana Juan XXIII, junto a la iglesia pública, el Centro de Exalumnos Monseñor Lasagna, el Sector Social (con sus variadas propuestas de Oratorios, Centros Juveniles, apoyos escolares y liceales, catequesis barrial, entre otras) y el Instituto Salesiano de Formación. De esta forma, los procesos educativos que desarrollan los jóvenes en el Juan, pueden tener continuidades en otros recorridos y compromisos.
4 - La evaluación del PEPS 2007 – 2012
El proceso de evaluación del PEPS 2007 – 2012 abarcó distintas instancias en las que se involucraron todos los educadores del Juan. Partiendo de una valoración positiva de la marcha del Instituto, surgen como central la preocupación por la formación en la ciudadanía y en un compromiso por la justicia, como expresión de ser agentes de cambio, convencidos que el servicio es fuente de felicidad.
Para constituirse en futuros profesionales, la apuesta a la excelencia de la formación académica resulta clave; en este sentido, la interdisciplinariedad aparece como eje vertebrador, en la medida que aporta a una mayor comprensión de la realidad social.
Para el Juan, tanto el servicio como el estudio se sitúan en una perspectiva de fe, como procesos educativo – pastorales, como diálogo entre una antropología cristiana y la cultura, de modo de tender puentes de humanización en las más variadas realidades sociales.
5 - Objetivo y finalidad del PEPS del Juan XXIII
“Promover integralmente según los valores del Evangelio, con el corazón de Don Bosco, a los futuros profesionales para que sean agentes de cambio en la sociedad.”
El objetivo general del PEPS exhibe una continuidad temporal que es importante remarcar. Educamos para el futuro porque al mismo tiempo lo hacemos para el presente. Anhelamos que cada uno de nuestros jóvenes descubra y comience a elaborar su proyecto vital como vocación, en sintonía con los valores y virtudes que se viven en el Juan XXIII.
La finalidad de nuestro compromiso educativo está constituida por: La promoción integral humano-cristiana de los jóvenes; la formación, desde los valores evangélicos, en forma tal que impulse en los preuniversitarios un proceso de conciencia y de vivencia de la libertad, de su responsabilidad de ser protagonistas de su propia historia y constructores de un mundo más justa; y la maduración vocacional, que va más allá de lo profesional pero que lo involucra y es promovida a nivel personal y ambiental por actividades diversas y complementarias a la vez.
6 - Las dimensiones del PEPS
El PEPS se implementa a través de sus distintas dimensiones, fuertemente articuladas en la medida que todas ellas aportan elementos para el crecimiento de los jóvenes: dimensión de educación a la fe, educativo – cultural, de la experiencia asociativa y vocacional. Varias de sus líneas de acción permanecen ya que constituyen expresión de una preocupación educacional permanente; las nuevas líneas están centradas en consolidar e impulsar el diálogo fe – cultura, la interdisciplinariedad, la formación en la ciudadanía y el protagonismo juvenil.
A su vez, ellas se sitúan en el horizonte más amplio de la Presencia Salesiana Juan XXIII y en el conjunto social todo, caracterizado por una fuerte diversificación de las ofertas de grado y posgrado a nivel terciario y por un desarrollo de nuevas tecnologías.